Este artículo fue publicado en inglés en el blog de Indexology® el 19 de diciembre de 2024.
Los mercados de renta variable de EE. UU. tuvieron un gran año en 2024, pero los rendimientos en muchos mercados desarrollados resultaron insuficientes en términos relativos y, en muchos casos, también en términos absolutos.
Con tan solo unos cuantos días de operación restantes en 2024, el S&P Developed BMI ha subido 22% este año hasta 13 de diciembre de 2024, y tan solo 3 de los 25 miembros perdieron ante el benchmark. De las cinco regiones que registraron pérdidas absolutas este año, Corea del Sur quedó al final de la lista con una caída de 18%. De los 20 mercados restantes, 10 tuvieron rendimientos inferiores a 10% y solo 3 (EE. UU., Singapur e Israel) subieron más de 20%.
Entre los mercados desarrollados, Japón no solo mantuvo el ritmo de EE. UU. hasta comienzos de agosto, sino que también estuvo por delante suyo hasta principios de mayo. Gracias a las ganancias de este año, la versión en moneda local del S&P Japan BMI finalmente superó su récord histórico del 18 de diciembre de 1989. Sin embargo, los inversionistas del mercado local no pudieron celebrar por mucho.
A comienzos de agosto, el Banco Central de Japón sorprendió a los participantes del mercado con un inesperado endurecimiento monetario en un momento en que los demás grandes bancos centrales del mundo ya estaban flexibilizando su política monetaria. Esta acción generó turbulencias en los mercados de capitales de todo el mundo, con Japón al epicentro. El yen japonés tuvo movimientos agresivos en ambas direcciones, al igual que el índice S&P Japan BMI, que tuvo su peor pérdida en un día de la historia el 6 de agosto de 2024, con una caída de más de 12%, seguida de su tercer mejor día de la historia al día siguiente, cuando el Banco Central de Japón dio un giro de 180 grados a su política. Los mercados se han calmado desde la volatilidad de agosto: el benchmark japonés repuntó 24% desde su caída del 5 de agosto y mostró una ganancia de 18% intranual.