Durante las dos últimas décadas, la economía y los mercados de valores de China han crecido sustancialmente en tamaño y protagonismo. Durante este periodo, China se embarcó en una importante transición desde una economía encabezada por la manufactura, dependiente de los tradicionales sectores industrial y bancario, a una economía más madura orientada al consumo y los servicios. Paralelamente, el mercado de valores del país se ha vuelto más diversificado, ya que las empresas orientadas al consumo y a la tecnología representan ahora una gran parte del mercado de valores chino.
Lanzado en 1997, el S&P China Broad Market Index (BMI) fue creado para representar el conjunto completo de oportunidades de inversión de las acciones chinas. Al mantener la elegibilidad de las empresas de capitalización alta, media y baja, así como de todas las clases de acciones chinas, el índice goza de una ventaja en comparación con varios benchmarks de renta variable china populares que cubren segmentos más estrechos del mercado. Aprovechando la metodología bien establecida utilizada en el S&P Global BMI subyacente, el marco es consistente, modular y permite el emparejamiento con otras regiones globales sin lagunas ni superposiciones.
En este panorama general cubriremos los siguientes puntos clave.
- Como el segundo mayor mercado de renta variable del mundo, que representa más del 35% de las acciones de mercados emergentes, China es de gran importancia para los participantes del mercado y ha crecido de manera constante durante las últimas décadas.
- La mejora del acceso a las acciones clase A que cotizan en el país ha permitido una mayor inclusión en benchmarks de renta variable, acrecentando significativamente el conjunto de oportunidades de inversión.
- El S&P China BMI ofrece ventajas potenciales sobre otros índices similares, ya que incluye empresas de capitalización alta, media y baja, acciones clase A y empresas que cotizan en el extranjero, además de contar con un largo historial que se remonta a mediados de la década de 1990.