Desde su aparición hace varios años, la inversión basada en criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG por sus siglas en inglés) ha evolucionado hacia la medición del riesgo, la importancia relativa y otros factores externos con el fin de ayudar a los inversionistas a adecuar sus portafolios a objetivos más amplios relacionados con la sostenibilidad y la sociedad.
Sin embargo, desde que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presentara su marco para la sostenibilidad y el desarrollo, parte de la comunidad empresarial también ha buscado incorporar un enfoque alternativo. Al adecuar las inversiones a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, los participantes del mercado pueden evaluar cómo sus inversiones influyen en la sostenibilidad medioambiental, la sostenibilidad económica y las sociedades inclusivas.
Incorporar un enfoque dentro de las estrategias basadas en índices que se ajuste a los ODS de la ONU podría ampliar enormemente las oportunidades de destinar capital a objetivos específicos centrados en la sociedad y la sostenibilidad.
Este documento explica el papel que pueden desempeñar los ODS en la creación de índices eficaces, transparentes y coherentes que se ajusten a los objetivos más amplios de la sociedad, medidos por los ODS. Este documento también examina las mejores prácticas para recopilar e incorporar datos que midan la adecuación de una empresa a los ODS en todas sus fuentes de ingresos y operaciones.
Una alternativa a la inversión basada en ESG
La inversión ESG a menudo implica un sistema de puntuación basado en el riesgo que comienza con la evaluación de la importancia financiera de los factores ESG para una industria o empresa específica. Esos factores incluyen aquellos que pueden tener un impacto presente o futuro en los generadores de valor, la capacidad de obtener beneficios, el posicionamiento competitivo o el valor a largo plazo de una empresa para sus accionistas, y si esos factores tienen un impacto significativo en la sociedad o el medio ambiente.
Un enfoque diferente consiste en identificar los impactos medibles y específicos que las actividades de una empresa tienen sobre la sociedad y el medio ambiente, más allá de las repercusiones en cuanto a importancia financiera. Una forma de poner en práctica este tipo de inversión es emplear un marco que se ajuste a los ODS de la ONU.