RESUMEN
- Los dividendos desempeñan un papel importante en la generación de rendimientos totales de renta variable. Desde 1926, los dividendos han aportado aproximadamente un tercio del rendimiento total del S&P 500, mientras que la apreciación de capital ha contribuido con los dos tercios restantes. Por lo tanto, los ingresos sostenidos de dividendos y el potencial de apreciación de capital son factores relevantes para las expectativas de rendimiento total.
- Las empresas utilizan los dividendos estables y crecientes como señal de confianza en las perspectivas de la compañía, mientras que los inversionistas los consideran una muestra de la madurez de la empresa y de la solidez de su balance contable.
- El índice S&P 500 Dividend Aristocrats busca medir el desempeño de las empresas del S&P 500 que han seguido una política de aumento de dividendos cada año al menos durante 25 años consecutivos.
- El S&P 500 Dividend Aristocrats presenta características de crecimiento de capital y de ingreso por dividendos, a diferencia de otras estrategias orientadas únicamente hacia las tasas de dividendos o la apreciación del capital.
- En todos los horizontes de tiempo analizados, el S&P 500 Dividend Aristocrats exhibió mayores rendimientos y una menor volatilidad en comparación con el S&P 500, lo que se vio reflejado en mayores Sharpe ratios.
- Al momento del rebalanceo llevado a cabo en diciembre de 2018, el S&P 500 Dividend Aristocrats estaba compuesto por 57 títulos diversificados en 11 sectores (consulte la figura 13 del Anexo).
- Los componentes del índice poseen características de crecimiento y valor.
- El índice tiene un porcentaje significativamente mayor de acciones de alta calidad (con calificación “A-” o superior) que el S&P 500.'
- La composición del S&P 500 Dividend Aristocrats es diferente a la de benchmarks tradicionales con foco en los dividendos y que presentan un sesgo significativo hacia el factor de valor y una exposición elevada a los sectores de finanzas y servicios de utilidad pública. En cada rebalanceo, se limita el peso individual de los sectores a un máximo de 30% para garantizar la diversificación.