Obtener mayor claridad acerca de los gastos o consumo que los ahorros de un inversionista podrán financiar en el futuro es fundamental para la planificación del retiro. Estar provisto de información sobre la preparación del retiro puede influir en nuestras decisiones sobre la tasa de ahorros, presupuesto de gastos y selecciones de inversión. El primer paso para resolver este desafío es determinar cuánto costarán los ingresos durante el retiro.
Una manera de visualizar el ingreso durante el retiro es como una cadena de flujos de efectivo que financian el consumo del retirado (el “pasivo de los ingresos durante el retiro”). La meta de los inversionistas es financiar estos flujos de efectivo mediante ahorros actuales y futuros. Cada uno de estos flujos de efectivo tiene un precio que es conocido a partir de la curva de rendimientos de bonos de hoy. Por ejemplo, la tasa de interés de un bono del tesoro de EE. UU. a diez años y con cupón cero puede usarse para inferir el valor presente de un flujo de efectivo de aquí a diez años.
Este marco sugiere dos riesgos principales que elevan la incertidumbre con respecto al grado en que los ahorros actuales podrían financiar el pasivo del ingreso durante el retiro. En primer lugar, ya que el valor presente de los flujos de caja futuros depende de las tasas de interés, el costo del pasivo es sensible a las variaciones de estas tasas. Por ejemplo, si las tasas de interés suben, el costo del pasivo baja y viceversa. Adicionalmente, es probable que el consumo durante el retiro sea en bienes y servicios que aumenten su costo debido a la inflación. Una mayor inflación significa que los ahorros de hoy no tendrán el mismo poder adquisitivo en el futuro.
La serie de índices S&P Shift To Retirement Income and Decumulation (STRIDE) nos puede ayudar a ver a través de la niebla de la incertidumbre. Los índices de la serie STRIDE definen una meta de ingreso durante el retiro de $1 ajustado a la inflación durante 25 años, es decir, el Pasivo Generalizado de Ingresos durante el Retiro o “GRIL” en inglés. Esta definición asume una esperanza de vida promedio de 20 años, comenzando a la edad de 65 años, más una extensión de cinco años que considera la incertidumbre con respecto a la esperanza de vida