eciente caída de los precios del petróleo, junto con el impacto negativo global del COVID-19, ha debilitado el perfil externo de Colombia derivado de menores ingresos por exportaciones y un déficit de cuenta corriente más amplio, que elevan las preocupaciones sobre las expectativas de crecimiento económico. Existe el riesgo de que los shocks negativos externos disminuyan las perspectivas de crecimiento del producto interno bruto (PIB), contribuyendo al empeoramiento de las finanzas públicas, o que tornarse en riesgos adicionales a la liquidez externa de Colombia. Revisamos nuestra perspectiva sobre las calificaciones de largo plazo a negativa desde estable. Nuestras calificaciones ‘BBB-/A-3’ en moneda extranjera y ‘BBB/A-2’ en moneda local reflejan el historial de administración macroeconómica cautelosa y de flexibilidad monetaria de Colombia, que debería mitigar parcialmente el shock externo.